Vampiro a 3.000 rpm
El fin de semana iba a ser tranquilo. Sólo iba a verla un rato después de estudiar, cenar con ella y luego volverse, por lo que puso 7 euros de gasolina.
A los 34 kilómetros, el piloto de la reserva ya se había encendido.
Se acerca el retorno...
El fin de semana iba a ser tranquilo. Sólo iba a verla un rato después de estudiar, cenar con ella y luego volverse, por lo que puso 7 euros de gasolina.
A los 34 kilómetros, el piloto de la reserva ya se había encendido.
Por Alex a las 11:46 a. m.
Categorías: Relatos de tres líneas
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